Bilingual commentary — When Mexican American Children Were “Indians”

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By David Magallanes • Guest contributor

Aliso Elementary School in Carpinteria is a “California Distinguished School,” according to its website. It proudly proclaims itself the “Home of the Lions” and appears to be a school enthusiastically dedicated to “STEAM” – Science, Technology, Engineering, Arts, and Mathematics. 

I occasionally saunter past the school grounds when I explore Carpinteria on my walking expeditions. Aliso is an unassuming school with nicely maintained lawns, trees, and plants on the premises. Signs on windows and doors of the school tell me that Aliso welcomes students from all strata of society with open arms and is unabashedly determined to give them, from kindergarten through fifth grade, a high-quality education. Aliso’s stated mission is to help students reach their full potential.

However, there is no “History” tab on the website, and that may be just as well. Like many schools in California and throughout the country, Aliso’s early history is a bit “murky.” Nonetheless, that history does not appear to hinder the fine job that this acclaimed school has been doing throughout the latter half of the 20th century and up to the present day. 

From approximately 1920 to 1947, Aliso served as an educational facility to which the “Mexican children” were shunted away from the Anglo population-serving schools in the area. The education that these unfortunate children received, and the physical environment in which they learned, were inferior to that of the white children. This was intentional and bears witness to the blatant discrimination that reflects this country’s history of racism. This nefarious practice of cheating Mexican American children, citizens of the United States, of a quality education faintly echoed the still-reverberating energy of the institution of slavery. 

Just as the plantations of the Old South had an insatiable appetite for Black labor, so too did Carpinteria’s lemon industry have a voracious need for Latinos to subject themselves to harsh labor conditions and pick lemons. During that era, it was in the industry’s best interest to not have the children at Aliso properly educated. Educated students, after all, would aim more for college than for a career that required working long hours in the fields. But the lemon industry knew that it needed a reliable source of labor that would not aspire to other blue collar or professional endeavors. 

There was a time back then when the school board became concerned about violating state law with its inequitable practices. But their concerns were assuaged when they took it upon themselves to simply declare that the Mexican American children were, in fact, “Indians.” Problem solved, according to the board, since segregating Native Americans (and “Orientals”) from the Anglo population was deemed to be appropriate and – most importantly for the board at that time – legal. A semantic magic trick took care of the inconvenient truth that left the school board uncomfortable about the situation they had created.

The Aliso Elementary School of today bears no resemblance to the same school of the distant past. Today, Aliso is a vibrant, inclusive, high-performing school that points its students toward the stars, and then launches them toward a promising future.

— Writing services are offered at my website, David Magallanes Writing ServicesDavid Magallanes is a retired college math educator.

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Cuando los Niños Mexicoamericanos Eran “Indios”

Por David Magallanes • Columnista invitado

La Escuela Primaria Aliso en Carpintería es una “Escuela Distinguida de California”, según su sitio web. Se autoproclama con orgullo el “Hogar de los Leones” y parece ser una escuela dedicada con entusiasmo a “STEAM”, sus siglas en inglés para Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas.

De vez en cuando paso por los terrenos de la escuela cuando exploro Carpintería en mis expediciones a pie. Aliso es una escuela sin pretensiones con jardines, árboles y plantas bien mantenidos en las instalaciones. Los letreros en las ventanas y puertas de la escuela me cuentan que Aliso recibe a los estudiantes de todos los estratos de la sociedad con los brazos abiertos y está decidida a brindarles, desde el kínder hasta el quinto grado, una educación de alta calidad. La misión declarada de Aliso es ayudar a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial.

Sin embargo, no hay una pestaña para “Historial” en el sitio web, y quizás eso sea para lo mejor. Como muchas escuelas en California y en todo el país, la historia temprana de Aliso es un poco “turbia”. Sin embargo, esa historia no parece entorpecer el buen trabajo que esta aclamada escuela ha venido realizando a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y hasta el día de hoy.

Desde aproximadamente 1920 hasta 1947, Aliso sirvió como un centro educativo al que los “niños mexicanos” eran desviados de las escuelas a las que asistía la población anglosajona en el área. La educación que recibieron estos desafortunados niños, y el ambiente físico en el que aprendieron, fueron inferior a las de los niños blancos. Esto fue intencional y da testimonio de la flagrante discriminación que refleja la historia de racismo de este país. Esta nefasta práctica de defraudar a los niños mexicoamericanos, ciudadanos de los Estados Unidos, de una educación de calidad, se hizo eco débilmente de la energía aún reverberante de la institución de la esclavitud.

Así como las plantaciones del Viejo Sur de Estados Unidos tenían un apetito insaciable por la mano de obra negra, la industria del limón de Carpintería también tenía una necesidad voraz de que los latinos se sometieran a condiciones laborales duras y recolectaran limones. Durante esa época, lo mejor para la industria era que los niños de Aliso no tuvieran una educación adecuada. Después de todo, los estudiantes educados aspirarían más a la universidad que a una carrera que requiriera trabajar muchas horas en el campo. Pero la industria del limón sabía que necesitaba una fuente confiable de mano de obra que no aspirara a otros trabajos manuales o profesionales.

Hubo un tiempo en ese entonces cuando la junta escolar se preocupó por violar la ley estatal con sus prácticas injustas. Pero sus preocupaciones se disiparon cuando se encargaron de declarar simplemente que los niños mexicoamericanos eran, de hecho, “Indios”. Problema resuelto, según la mesa directiva, ya que la segregación de los nativos americanos (y de los “orientales”) de la población anglosajona se consideró apropiada y –más importante aún para la junta en ese momento – legal. Una obra de magia semántica se encargó de cubrir la verdad inquietante que había dejado a la junta escolar incómoda por la situación que habían creado.

La Escuela Primaria Aliso de hoy no se parece nada a la misma escuela del pasado lejano. Hoy, Aliso es una escuela vibrante, inclusiva y de alto rendimiento que dirige a sus estudiantes hacia las estrellas y luego los lanza hacia un futuro prometedor.

– – Servicios de escritura se ofrecen en mi sitio web, David Magallanes Writing ServicesDavid Magallanes es un profesor de matemáticas jubilado.

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