Bilingual commentary — The Risks of Starting a Home-Based Business

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By David Magallanes • Guest contributor

As incredible as it may seem, there was a silver lining to the pandemic that we all lived through. During that difficult time, when many of us endured a traumatic lockdown, a healthy number of Americans began to seriously consider establishing their own home-based business.

After all, we had time to study and learn how to plan for and establish a home business. People began realizing that by working for someone else, they were actually quite vulnerable to office politics and the vagaries and whims of an employer. 

And while we were spending less on entertainment, restaurants, and travel, many of us received an infusion of stimulus money that could be funneled right into an upstart enterprise.

One of the primary reasons that people had for wanting to start their own home business was the desire to be their own boss. Many workers would like to free themselves from tyrannical, incompetent, clueless, or just plain frustrating bosses. Some aspiring business owners simply want the freedom to do things on their own terms.

But in the excitement of the idea of establishing one’s own business, many may fail to understand the risks involved in a first business venture. Rather than placing a damper on one’s hopes and dreams, however, an understanding of the risks will serve to guide an aspiring entrepreneur through the thicket of potential threats to a new business. 

Starting a home business often involves more startup capital than one imagines. There are costs for equipment, software services, insurance, licenses, training, and supplies, for example, that might exceed one’s actual budget. 

A business must learn to stand out in the crowd. And there is a crowd! One must learn to navigate the complexities and considerable costs involved in advertising on the web, on social media, and “IRL” (In Real Life). 

Having one’s own business can be stressful. Initially, at least, a new entrepreneur can expect to have far less “free time” than when fully employed. Income, especially during the first few months or even years of a new business, can be frighteningly unpredictable, as opposed to the boring monotony of a monthly paycheck. 

There is the possibility of unexpected changes, such as the sudden cancellation of a service, that can throw new businesses, especially, into a tailspin. Consider the recent firestorm that resulted from the controversy over TikTok. 

Businesses, by their very nature, must engage with people of all kinds. Most of them will likely be a joy to engage with. But not all people are easy to work with. Some of them may seem to be intent on making life difficult for a business. They might go so far as to actively seek out opportunities to sue businesses. 

For that reason, professional liability insurance, something often overlooked or downplayed as “unnecessary,” is so important. However, it is essential for mitigating the inherent threats to the survival of a business. 

Ironically, the more success a business owner has in making themselves known to the world, the more one risks becoming the target of a bad actor who will cause trouble, for whatever reason they can invent, at the drop of a hat. 

Much of the literature that encourages people to start their own business (to market a particular company’s products, for example) conveniently fails to mention the need to shield oneself from a lawsuit that could, potentially, wipe them out.

A single lawsuit could cause the loss of one’s personal assets, including a home. For that reason, filing the paperwork with the state and paying the costs of establishing a limited liability corporation (LLC) must be seriously considered by a novice entrepreneur.

None of this discussion is meant to discourage an ambitious, enthusiastic individual from starting a home business. But a healthy awareness of the risks, along with the potential rewards, will enhance the odds for success in an environment that encourages entrepreneurship, but is not always forgiving.

David Magallanes is a retired professor of mathematics.

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Los Riesgos de Iniciar un Negocio Desde Casa

Por David Magallanes • Columnista invitado

Por increíble que parezca, la pandemia que todos vivimos tuvo un lado positivo. Durante ese tiempo difícil, cuando muchos sufrimos un encierro traumático, un número considerable de estadounidenses comenzó a considerar seriamente establecer su propio negocio desde casa.

  Después de todo, tuvimos tiempo para estudiar y aprender a planificar y establecer un negocio desde casa. La gente empezó a darse cuenta de que, al trabajar para otra persona, en realidad eran bastante vulnerables a la política de la oficina y a los caprichos de un empleador.

  Y aunque gastábamos menos en entretenimiento, restaurantes y viajes, muchos entre nosotros recibimos una inyección de dinero de estímulo que podía canalizarse directamente hacia una empresa emergente.

  Una de las principales razones que tenía la gente para querer iniciar su propio negocio desde casa era el deseo de ser su propio jefe. A muchos trabajadores les gustaría liberarse de jefes tiránicos, incompetentes, despistados o simplemente frustrantes. Algunos aspirantes a negocio propio simplemente quieren tener la libertad de hacer las cosas a su manera.

  Pero, debido al entusiasmo que genera la idea de establecer su propio negocio, es posible que muchos no comprendan los riesgos que implica una primera aventura empresarial. Sin embargo, en lugar de frenar las esperanzas y los sueños, comprender los riesgos servirá para guiar a un aspirante a empresario a través de la maraña de amenazas potenciales a un nuevo negocio.

  Iniciar un negocio desde casa a menudo implica más capital inicial del que uno imagina. Hay costos de equipos, servicios de software, seguros, licencias, capacitación y suministros, por ejemplo, que podrían exceder el presupuesto que hay a mano.

  Una empresa debe aprender a destacarse entre la multitud. ¡Y sí hay multitud! Hay que aprender a navegar por las complejidades y los costos considerables que implica la publicidad en la web, en las redes sociales y en “LVR” (la vida real).

  Tener un negocio propio puede resultar estresante. Inicialmente, al menos, un nuevo empresario puede esperar tener mucho menos “tiempo libre” que cuando está plenamente empleado. Los ingresos, especialmente durante los primeros meses o incluso años de un nuevo negocio, pueden ser terriblemente impredecibles, a diferencia de la aburrida monotonía de un sueldo mensual.

  Existe la posibilidad de que se produzcan cambios inesperados, como la cancelación repentina de un servicio, que pueden hacer que los nuevos negocios, especialmente, caigan en picada. Consideremos la reciente tormenta que resultó de la controversia sobre TikTok.

  Las empresas, por su propia naturaleza, deben interactuar con personas de todo tipo. Probablemente será un placer interactuar con la mayoría de ellos. Pero no es fácil trabajar con toda la gente. Existen personas que tienen la intención de hacerle la vida más difícil a una empresa. Podrían llegar incluso a buscar activamente oportunidades para demandar un negocio.

Por esa razón, el seguro de responsabilidad profesional, algo que a menudo se pasa por alto o se minimiza como “innecesario”, es tan importante. Sin embargo, es esencial para mitigar las amenazas inherentes a la supervivencia de una empresa.

  Irónicamente, cuanto más éxito tiene el propietario de un negocio en darse a conocer al mundo, más corre el riesgo de convertirse en el blanco de un malvado que causará problemas, por cualquier motivo que pueda inventar, en un abrir y cerrar de ojos.

  Gran parte de la literatura que anima a las personas a iniciar su propio negocio (para comercializar los productos de una empresa en particular, por ejemplo) omite convenientemente mencionar la necesidad de protegerse de una demanda que podría, potencialmente, destruir ese negocio.

Una sola demanda podría causar la pérdida de bienes personales, incluida una vivienda. Por esa razón, un empresario novato debe considerar seriamente entregar al estado la documentación y pagar los costos de establecer una sociedad de responsabilidad limitada (LLC).

Nada de esta discusión pretende disuadir a una persona ambiciosa y entusiasta de iniciar un negocio desde casa. Pero una sana conciencia de los riesgos, junto con las posibles recompensas, aumentará las probabilidades de éxito en un entorno que fomenta el espíritu empresarial, pero que no siempre es indulgente.

– – David Magallanes es un profesor jubilado de matemáticas.

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