Bilingual commentary: My Path to Digital Citizenship

David Magallanes

By David Magallanes / Guest contributor

Just as with obtaining national citizenship, to achieve digital citizenship, an “outsider” — a digital immigrant — like  me needs to be willing to accept a long, hard, difficult  journey replete with frustrations.

A large number of the so-called “Baby Boomers,” those like me born after the Second World War between 1946 and 1964, are in the same boat: this digital environment in which we find ourselves seems to us at times so strange — even unreal — and to a certain point fills us with fear because it seems so horribly complicated. With a certain measure of envy, the very young, who embrace the digital world and comfortably accept it as their own, fascinate us. It is, after all, their inheritance.

Across the decades I have studied the writings of the most positive — and therefore the most wealthy — authors. Would there happen to be a connection between these two qualities? I’m convinced that there is. In summary, the questions that they all force us to answer are:

  • Are we going to choose a poverty mentality, or one of abundance (not necessarily financial)?
  • What are the talents that life has granted us so freely — and with great hopes that we be successful?
  • How are we to share our talents with a world that desperately needs them?

In the recent past, I’ve had to admit that life has conceded to me a certain writing talent that allows me to express my thoughts, in spite of my almost exclusively technical training during a big part of my life. Taking this into account, I’ve decided to share my thoughts with the rest of the entire world by means of a “blog” (writings uploaded to the Internet in such a way that the anyone can read them), a concept that never existed even in our wildest dreams during my youth. But this blog will not be like so many others, which serve only as a diary in which the author nobly documents his points of view and expresses her optimism, sadness, anger or ecstasy. What I have in mind will do all that regarding a specific theme, and besides will serve a commercial purpose. It is therefore incumbent upon me to learn how to start and maintain a commercial, professional blog, which requires many technical skills (so maybe all that training was not in vain, after all!).

I have even more plans. With the help of the comments and resources that are sent to me, I long to write a book that in turn I will sell online, on this very blog site. I’ll offer myself as a speaker for events and organizations. Besides, I have in mind a business that offers products and services in which I trust, and in this way increase my “streams of income,” all on my blog site.

This blog is not only for my benefit. All of the positive-thinking authors tell me the same thing: to achieve true success, we must learn to give away the best of ourselves and serve our communities.

We all have talent of one kind or another. And now, more than at any other time in the history of the world, we have the technology to develop, offer and monetize these talents that life, in all of its glory and wisdom, has granted us.

— David Magallanes is a writer, speaker and retired professor of mathematics.  You may contact him at adelantos@msn.com

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Mi Camino Hacia la Ciudadanía  Digital

Por David Magallanes / Columnista invitado

Tal como la obtención de la ciudadanía nacional, para conseguir la ciudadanía digital, un “fuereño”—un inmigrante digital—como  yo necesita estar dispuesto a aceptar un camino largo, duro, difícil y repleto de frustración.

Un gran número de los dichosos “Baby Boomers” (o sea, los nacidos después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1946 y 1964) como yo estamos en las mismas: este ambiente digital en el cual nos encontramos nos parece, a veces, tan extraño, hasta irreal, y hasta cierta medida nos inspira temor porque nos parece horriblemente complicado. Nos fascinan, y hasta con cierta envidia, los muy jóvenes que abrazan el mundo digital y lo aceptan cómodamente como suyo propio.  Después de todo, es su patrimonio.

A través de las últimas décadas he estudiado las escrituras de los autores más positivos y, por ende, más acaudalados. ¿Habrá una conexión entre las dos cualidades? Estoy convencido de que sí. En resumen, las preguntas que todos ellos nos obligan a contestar son:

  • ¿Vamos a escoger una mentalidad de pobreza, o una de riquezas (no necesariamente financieras)?
  • ¿Cuáles son los talentos que la vida nos han proporcionado tan libremente—y con tantas esperanzas de que tengamos éxito?
  • ¿Cómo compartir nuestros talentos con un mundo tan necesitado de ellos?

En el pasado reciente, he tenido que admitir que la vida me ha concedido cierto talento para escribir que me permite expresar mis pensamientos, a pesar de mi entrenamiento casi exclusivamente técnico durante gran parte de mi vida. Tomando eso en cuenta, he decidido compartir mis pensamientos con el mundo entero a través de un “blog” (escrituras subidas al Internet de tal modo que cualquiera las pueda leer), un concepto que ni en sueños existía durante mi juventud. Pero este blog no va a ser como muchos, los cuales sirven sólo como un diario en el cual el autor documenta noblemente sus puntos de vista y expresa su optimismo, tristeza, ira o éxtasis.  Lo que tengo en mente hará todo eso sobre un tema específico, y además servirá un propósito comercial. Así que me corresponde aprender cómo iniciar y mantener un blog comercial y profesional, lo cual requiere de muchas facultades técnicas (o sea, ¡quizás todo ese entrenamiento técnico no fuera en vano, al fin y al cabo!).

Tengo hasta otros planes.  Con la ayuda de los comentarios y recursos que se me envían, anhelo escribir un libro que a su vez podré vender en línea, en el mismo sitio del blog. Me ofreceré como orador para funciones y organizaciones.  Además, tengo en mente un negocio para ofrecer productos y servicios en los cuales confío, y de esta manera aumentar mis “corrientes de ingresos”, todo en el sitio de mi blog.

Este blog no será solamente para mi beneficio.  Todos los autores de libros de pensamiento positivo me dicen lo mismo: para lograr el verdadero éxito, tenemos que aprender a regalar lo mejor de nosotros, y a servir a nuestras comunidades.

Todos tenemos talentos de una forma u otra.  Y ahora, más que nunca en toda la historia del mundo, tenemos la tecnología para desarrollar, ofrecer y monetizar esos talentos que la vida, en toda su gloria y sabiduría, nos ha otorgado.

-David Magallanes es un escritor, orador y profesor jubilado de matemáticas.  Se puede comunicar con él por e-mail a: adelantos@msn.com