By David Magallanes / Guest contributor

There is a lot of talk and apprehension in the air these days regarding access to guns and ammunition. But would someone please take away the one weapon used by our own president—his Twitter account? Is he firing at his own foot, day after exasperating day? We seem to be engaging in miscellaneous wars, some of them with our own allies, because, as is being noted more vocally by U.S. senators and presidential aides, the president just can’t contain himself.

Trump’s supporters see it as their hero “being strong.” But it is becoming more and more evident that his bombastic recklessness is deeply concerning to those who understand the consequences of transferring reality-TV skills and habits, without the least intention of modifying them, to the world stage. As the leader of the free world, the mere perceptions of Trump’s words and actions have the power to move stock markets and missiles, shape policies and actions, to quell restless regimes as well as provoke trigger-happy nations to attack us. As Senator Bob Corker, chair of the Senate Foreign Relations Committee, starts to vocalize* what others are too timid to advert, we begin to comprehend the seriousness of the situation. Our very lives are in the hands of the proverbial bull in the global china shop because he can’t be disciplined enough to learn about the responsibilities that go with the levers of power. For him, his critics are saying, it’s all about ratings, showmanship and the “wow” factor.

Senator Corker has decided against running for re-election, and so feels unrestrained in his commentary regarding Mr. Trump. President Trump, as is his nature, fires back with insults on Twitter. If people want to hear someone “telling it like it is,” they should listen to Mr. Corker when he warns us about the ominous dangers of a president who makes the White House look like an “adult day care center.”

We witness White House Chief of Staff John Kelly, a former Marine general, dropping his head into his hands when he sees his boss abusing and misusing the powers of the office of the president. We read reports of Secretary of State Rex Tillerson’s mounting frustration with a president who publicly undermines and embarrasses him. We hear Senator John McCain, an experienced statesman with infinitely more experience than Trump with world politics, expressing deep concern over Trump’s spontaneous and incautious threats toward North Korea.

The irony of Trump’s verbal war with Corker is that Trump desperately needs him to help gain legislative victories, especially since the Republican promise to repeal and replace the Affordable Care Act fell flat on its face. Instead of courting Senator Corker and encouraging him to become an ally to help advance the administration’s agenda, Mr. Trump goes circuitously out of his way to antagonize Mr. Corker, hence shooting himself in the foot mercilessly. Again and again.

*MSN — Senator Corker on President Trump

— David Magallanes is a writer, speaker and professor of mathematics.

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¿Estará Trump Tirando Piedras a Su Propio Tejado?

Por David Magallanes / Columnista invitado

Ha habido un montón de plática y aprehensión en el aire durante los últimos días en relación con el acceso a las armas y municiones. Pero, ¿por favor…no hay nadie que pueda quitar el arma usada por nuestro propio presidente, su cuenta de Twitter? ¿Estará él tirando a su propio pie, día tras día exasperante? Parece que nos estamos metiendo en guerras diversas, algunas de ellas con nuestros propios aliados, porque, como lo señalan vocalmente unos senadores estadounidenses y ayudantes presidenciales, el presidente simplemente no puede contenerse.

Los partidarios de Trump lo estiman como su héroe, el “hombre fuerte”. Pero es cada vez más evidente que su imprudencia bombástica es profundamente preocupante para aquellos que comprenden las consecuencias de andar transfiriendo las habilidades y costumbres de la telerrealidad, sin la menor intención de modificarlas, a la escena mundial. Como líderes del mundo libre, las meras percepciones de las palabras y acciones de Trump tienen el poder de mover los mercados de valores y los misiles, dar forma a las políticas y acciones, tranquilizar a los regímenes inquietos y provocar a las naciones que disparan ante la más mínima situación. Cuando el senador Bob Corker, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, comienza a expresar* lo que otros son demasiado tímidos para anunciar, empezamos a comprender la gravedad de la situación. Nuestras vidas están en las manos del proverbial elefante en la cristalería global porque no puede ser disciplinado lo suficiente para aprender las responsabilidades que van con las palancas del poder. Para él, sus críticos están diciendo, se trata de índices de audiencia, el espectáculo y el factor “wow”.

El Senador Corker ha decidido no presentarse como candidato para la reelección, por lo cual se siente desenfrenado en sus comentarios sobre el Sr. Trump. El Presidente Trump, como es su naturaleza, dispara de nuevo con los insultos en Twitter. Si la gente quiere escuchar a alguien “hablando sobre cómo son las cosas”, puede escuchar al Sr. Corker cuando nos advierte sobre los amenazantes peligros de un presidente que hace que la Casa Blanca parezca una “guardería para adultos”.

Presenciamos al Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, un ex general de la Marina, que deja caer la cabeza en sus manos cuando observa a su jefe abusando de los poderes de la oficina del presidente. Leemos informes de la creciente frustración del Secretario de Estado Rex Tillerson con un presidente que le quita autoridad y lo avergüenza públicamente. Escuchamos al senador John McCain, un estadista experimentado con infinitamente más experiencia que Trump en cuanto a la política mundial, expresando profunda preocupación por las espontáneas e imprudentes amenazas de Trump hacia Corea del Norte.

La ironía de la guerra verbal de Trump con Corker es que Trump necesita desesperadamente que él ayude a realizar victorias legislativas, especialmente ahora que la promesa republicana de revocar y reemplazar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio se diera un planchazo. En lugar de cortejar al senador Corker y alentarlo a convertirse en un aliado para ayudar a avanzar la agenda de la administración, el Sr. Trump se sale de su camino de una manera extraordinaria para antagonizar al Sr. Corker y, por lo tanto, tirar piedras sin piedad a su propio tejado. Una y otra vez.

*MSN — Senator Corker on President Trump

— David Magallanes es un escritor, orador y profesor de matemáticas.

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