Editor’s note: Amigos805 welcomes local guest columns, letters to the editor and other submissions from our readers. All opinions expressed in submitted material are those of the author and do not necessarily represent the viewpoint of Amigos805.
By David Magallanes / Guest contributor
In an effort to gain perspective on my life, and that of other present-day Americans of Mexican descent, I often turn to Mexican mythology for nuggets of truth and wisdom that might otherwise not appear on our Hispanic radar.
Just as the Old Testament recounts how God, through Moses, led the Jews out of slavery and genocide in Egypt and toward the Promised Land of Israel, so too did the Aztecs, ancestors of many American Chicanos. According to Aztec lore, they had to undergo a migration into central Mexico in order to escape tyranny in one of their early homes, Aztlán, which may have been located in the Southwestern United States. The Mexican sun god Huitzilopochtli, also known as Totec (“Our Lord”), is the legendary guide of the Aztec people. This spiritual leader commanded that the migrants shed the label “Aztec” and call themselves “Mexica.” Once established (at first, precariously) in the region that would become Mexico City, the Mexica, once considered “barbarians,” evolved into a cultured, organized and religious civilization, albeit with customs that would not be acceptable in our modern culture (human sacrifice, for example).
We might consider our present personal circumstances a sort of “Aztlán,” where life is challenging at the same time that we know we could have something better if we were to simply make up our minds to “migrate.” We would have to decide to allow ourselves to be guided toward a virtual land that is indeed promised to those who consciously force themselves to see the world through a different lens—one that yields a perspective not offered to those who refuse to seek a higher awareness of the nature of life and our very existence.
The Mexica let their guard down and their civilization was fatally transformed by the arrival of the Spanish conquerors, who had a very different outlook on the roles of religion and culture in human affairs.
Once we arrive at our “Promised Land,” we must not similarly let our guard down. We must recognize and appreciate where we’ve arrived, and cherish and defend it.
— David Magallanes is a writer, speaker and professor of mathematics.
***
Migración y Evolución Chicana
Por David Magallanes / Columnista invitado
En un esfuerzo por obtener una perspectiva de mi vida, y la de otros estadounidenses de descendencia mexicana, a menudo me dirijo a la mitología mexicana en busca de perlas de sabiduría que de otro modo no aparecerían en nuestro radar hispano.
Así como el Antiguo Testamento relata cómo Dios, a través de Moisés, sacó a los judíos de la esclavitud y el genocidio en Egipto y hacia la Tierra Prometida de Israel, los aztecas, antepasados ??de muchos chicanos estadounidenses, también tuvieron que emigrar. Según el saber tradicional azteca, ellos también tuvieron que huir, en este caso hacia el centro de México para escaparse de la tiranía sobre ellos en uno de sus primeros lugares de residencia, Aztlán, que quizás estuvo en el suroeste de los Estados Unidos. El dios solar mexicano Huitzilopochtli, también conocido como Totec (“Nuestro Señor”), es el guía legendario del pueblo azteca. Este líder espiritual ordenó que los migrantes se deshicieran de la etiqueta “azteca” y que se hicieran llamar “mexica”. Una vez establecidos (al principio, precariamente) en la región que se convertiría en la Ciudad de México, los mexicas, una vez considerados “bárbaros”, evolucionaron hacia una civilización cultural, organizada y religiosa, aunque con costumbres que hoy día no serían aceptables (el sacrificio humano, por ejemplo).
Podríamos considerar nuestras circunstancias personales actuales como una especie de “Aztlán”, donde la vida es una serie de desafíos al mismo tiempo que sabemos que podríamos tener algo mejor si nada más decidiéramos “emigrar”. Tendríamos que decidir que nos permitiríamos ser guiados hacia una tierra virtual que de hecho está prometida a aquellos que conscientemente obligan a ellos mismos a ver el mundo a través de un lente diferente, uno que arroja una perspectiva no ofrecida a aquellos que se niegan a buscar una mayor conciencia de la naturaleza y la misma existencia.
Los mexicas bajaron la guardia y su civilización se transformó fatalmente con la llegada de los conquistadores españoles, quienes tenían una visión muy diferente sobre el papel de la religión y la cultura en los asuntos humanos.
Una vez que lleguemos a nuestra “Tierra Prometida”, no debemos bajar la guardia de manera similar. Debemos reconocer y apreciar a dónde hayamos llegado, y apreciarlo y defenderlo.
— David Magallanes es un escritor, orador y profesor de matemáticas.
Editor’s note: Amigos805 welcome comments on stories appearing in Amigos805 and on issues impacting the community. Comments must relate directly to stories published in Amigos805, no spam please. We reserve the right to remove or edit comments. Full name, city required. Contact information (telephone, email) will not be published. Please send your comments directly to frank@amigos805.com