Editor’s note: Amigos805 welcomes local guest columns, letters to the editor and other submissions from our readers. All opinions expressed in submitted material are those of the author and do not necessarily represent the viewpoint of Amigos805.
By David Magallanes • Guest contributor
The past few months, I took it upon myself to become “greener.” I wanted to experience and learn about the public transportation system in our Ventura County region. The system we have is quite good. However, of course, it does not afford the innumerable and frequent options available in the massive systems of metropolises such as Los Angeles, New York, Mexico City, or Tokyo.
One of the great deficiencies of our bus system that I discovered is the lamentable lack of restrooms for passengers and for the bus drivers themselves. The transportation authorities seem to think that we don’t need them. Or possibly they think that our bladders are larger than they are. In any case, passengers are left to “make do,” so to speak, with whatever restroom facilities they can find and access.
“Access” is an important aspect of this dilemma. It’s no use having restrooms that passengers can’t access. For example, when I stop at the Oxnard Transportation Center (OTC), the most important nexus in this city for passengers going into and out of Oxnard, the one men’s restroom is frequently “being cleaned.” That would be fine, and even desirable, except that no one is allowed into the restroom when the maintenance engineer is in there cleaning. That would not be so bad except that it is the only restroom for men in this important facility. Passengers frequently have only a few minutes between transfers, and I’ve seen them angry and anxious when they are barred from the one and only restroom for their gender.
This happened to me on several occasions. One time, I asked the security guard standing in front of the shuttered restroom where I could go instead. He directed me to the City Library several blocks away. I had just enough time, I thought, so I walked (actually, I ran) to the library. Unfortunately, this was on a Friday. The library was closed.
Another time that I had to find an “alternative arrangement” at the OTC, I was directed to a market across the street, but it meant crossing a busy street, and I wasn’t sure that I’d make it back on time. So I tolerated the discomfort, transferred to the next bus and continued my journey.
Then there’s the time I took a longer trip on a city bus, and then a county bus, to an appointment in Camarillo. I arrived at the Camarillo Metrolink Station and asked a worker where the restroom was. Her reply: “We don’t have any. We assume that passengers will use the restrooms on the trains.”
Except I wasn’t taking a train. I was about to walk for nearly 20 minutes to my appointment. So there I go “tolerating discomfort” again.
In my explorations, I found that the Ventura Amtrak Station does not have restrooms, either. The parking lot at the Amtrak station in Carpinteria has a small public restroom, but I’ve seen it “occupied” (as in “lived-in”) by someone who apparently needed a place to sleep. The Santa Barbara Amtrak Station has a restroom, but the one time I would have liked to use it, it was…you know…“closed for cleaning.” The woman at the Amtrak tickets and information counter told me that this was a “frequent problem.”
Oxnard’s C St. Transfer Center is also lacking. The C St. facility in South Oxnard is simply a couple of benches on the sidewalk. Anyone needing a restroom there better not be in a hurry because if they have a need for one, they have no other choice but to hike over to the nearby Walmart (and hope that the restrooms are not “closed for cleaning”).
The situation is only slightly better at the Ventura Transit Center where there actually are restrooms, but, speaking for the men, there’s only one urinal and one toilet for the crowds that amass there for their transportation needs. With only one urinal and one toilet, the facilities are quickly “saturated.” An anxious, hapless passenger will either have to wait their turn and hope they make their transfer, or else scramble to find a restroom in one of the nearby stores (and hope that the stores even allow non-customers to use their restrooms).
Government officials wonder why we’re not abandoning our cars and flocking to public transportation. I can tell them at least one way to begin getting people out of their cars. They need to find ways to make the public transportation experience less stressful and more comfortable. Not providing restrooms is both stressful and not at all comfortable. In fact, it makes the experience downright unpleasant.
For now, passengers using our bus system must learn to plan ahead. The best advice might be to avoid drinking lots of liquids (especially diuretics such as tea or coffee!) before getting on a bus. We must also hope that “nature” cooperates. The transportation facilities in this area are not particularly restroom-friendly, so for now passengers must plan diligently and “go with the flow.” So to speak.
— Writing services are offered at my website, David Magallanes Writing Services. David Magallanes is a retired college math educator.
***
Los “Blues” de los Baños en Nuestro Sistema de Transportación
Por David Magallanes • Columnista invitado
En los últimos meses, me encargué de ser “más verde”. Quería experimentar y aprender sobre el sistema de transporte público en nuestra región del Condado de Ventura. El sistema que tenemos es bastante bueno. Sin embargo, y por supuesto, no ofrece las innumerables y frecuentes opciones disponibles en los sistemas masivos de metrópolis como Los Ángeles, Nueva York, Ciudad de México o Tokio.
Una de las grandes deficiencias de nuestro sistema de autobuses que descubrí es la lamentable falta de baños para los pasajeros y para los mismos choferes. Las autoridades de transporte parecen pensar que no las necesitamos. O posiblemente piensen que nuestras vejigas son más grandes de lo que son. En cualquier caso, los pasajeros deben “arreglárselas” con cualquier baño que puedan encontrar y acceder.
El “acceso” es un aspecto importante de este dilema. No sirve de nada tener baños a los que los pasajeros no puedan acceder. Por ejemplo, cuando me detengo en el Centro de Transporte de Oxnard (OTC), el nexo más importante de esta ciudad para los pasajeros que entran y salen de Oxnard, están limpiando el único baño para hombres con frecuencia. Eso estaría bien, e incluso deseable, excepto que nadie puede entrar al baño cuando el ingeniero de mantenimiento está limpiando. Eso no sería tan malo excepto que es el único baño para hombres en esta importante instalación. Los pasajeros con frecuencia tienen solo unos minutos entre transferencias, y los he visto enojados y ansiosos cuando se les prohíbe el acceso al único baño para su género.
Esto me pasó en varias ocasiones. Una vez, le pregunté al guardia de seguridad que estaba parado frente al baño cerrado a dónde podía ir. Me dirigió a la Biblioteca Municipal a varias cuadras de distancia. Tenía el tiempo justo, pensé, así que caminé (en realidad, corrí) a la biblioteca. Desafortunadamente, esto fue un viernes. La biblioteca estaba cerrada.
En otra ocasión en la que tuve que encontrar un “arreglo alternativo” en el OTC, me dirigieron a un mercado al otro lado de la calle, pero eso significaba cruzar una calle muy transitada y no estaba seguro de poder regresar a tiempo. Entonces, toleré la incomodidad, me transferí al próximo autobús y continué mi viaje.
Luego está la vez que hice un viaje más largo en un autobús de la ciudad de Oxnard, y luego en un autobús del Condado de Ventura, a una cita médica en Camarillo. Llegué a la estación Camarillo Metrolink y le pregunté a una trabajadora que dónde estaba el baño. Su respuesta: “No tenemos ninguno. Asumimos que los pasajeros usarán los baños en los trenes”.
Excepto que no estaba tomando un tren. Estaba a punto de caminar durante casi 20 minutos para llegar a mi cita. Así que ahí voy tolerando una vez más la incomodidad.
En mis exploraciones, descubrí que la estación Ventura Amtrak tampoco tiene baños. El estacionamiento de la estación de Amtrak en Carpintería tiene un pequeño baño público, pero lo he visto “ocupado” (más bien, alguien “viviendo adentro”) por alguien que aparentemente necesitaba un lugar para dormir. La estación de Amtrak de Santa Bárbara sí tiene un baño, pero la única vez que me hubiera gustado usarlo, estaba… ya sabes…“cerrado por limpieza”. La mujer en el mostrador de información y boletos de Amtrak me dijo que este era un “problema frecuente”.
También el Centro de Transferencia de la Calle C de Oxnard tiene sus deficiencias. Las instalaciones de C St. en South Oxnard son simplemente un par de bancos en la acera. Sería mejor que cualquiera que necesitara un baño allí no tenga prisa porque si lo necesita, no tiene otra opción que caminar hasta el Walmart cercano (y esperar que los baños no estén “cerrados por limpieza”).
La situación es solo un poco mejor en el Centro de Tránsito de Ventura, donde en realidad hay baños, pero, hablando por los hombres, solo hay un urinario y un inodoro para las multitudes que se acumulan allí para sus necesidades de transporte. Con solo un urinario y un inodoro, las instalaciones se “saturan” rápidamente. Un pasajero ansioso y desventurado tendrá que esperar su turno y esperar que tenga tiempo suficiente para hacer su transferencia, o luchar para encontrar un baño en una de las tiendas cercanas (y esperar que las tiendas incluso permitan que los que no son clientes usen sus baños).
Los funcionarios del gobierno se preguntan por qué no abandonamos nuestros automóviles y acudimos en masa al transporte público. Puedo decirles al menos una forma de comenzar a sacar a la gente de sus autos. Necesitan encontrar formas de hacer que la experiencia del transporte público sea menos estresante y más cómoda. No proporcionar baños es estresante y nada cómodo. De hecho, hace que la experiencia sea francamente desagradable.
Por ahora, los pasajeros que utilizan nuestro sistema de autobuses deben aprender a planificar con anticipación. El mejor consejo podría ser evitar beber muchos líquidos (¡especialmente diuréticos como té o café!) antes de subir a un autobús. También debemos esperar que la “naturaleza” coopere. Las instalaciones de transporte en esta área no son particularmente amigables con los baños, por lo que, por ahora, los pasajeros deben planificar con diligencia y “dejarse llevar por la corriente”. Por así decirlo.
– – Servicios de escritura se ofrecen en mi sitio web, David Magallanes Writing Services. David Magallanes es un profesor de matemáticas jubilado.
Editor’s note: Amigos805 welcomes comments on stories appearing in Amigos805 and on issues impacting the community. Comments must relate directly to stories published in Amigos805, no spam please. We reserve the right to remove or edit comments. Full name, city required. Contact information (telephone, email) will not be published. Please send your comments directly to frank@amigos805.com