Bilingual commentary: To the Stars, John Glenn

Editor’s note: Amigos805 welcomes guest columns, letters to the editor and other submissions from our readers. All opinions expressed in submitted material are those of the author and do not necessarily represent the viewpoint of Amigos805.

By David Magallanes Guest contributor

David Magallanes

David Magallanes

The morning of February 20, 1962, I was probably one of the few seventh-graders to wake up at 3 a.m. to watch the launch of the Friendship 7 spacecraft into an outer space that we had barely begun to explore. Astronaut John Glenn was the sole pilot of that small, cramped space vehicle, and became the first American to orbit around the earth in space. His three orbits became the bedrock upon which we built the rest of our space program, up to this very day.

The spacecraft of that era were primitive by today’s standards. No one had computers in their homes. There was no Internet. Communications could be sporadic and unreliable. The now-ancient transistor technology—vastly superior to the vacuum tubes that it replaced—was the state of the art. And yet we forged ahead regardless. We were motivated and united in a common purpose: beat the Soviet Union to the moon. We felt that we couldn’t afford to let this threatening nuclear powerhouse claim the lunar surface, from which it could launch destructive weapons.

Of course, we did go on to land first on the moon (only seven years later), when the American spirit was robust and not yet crippled by the extreme partisanship that we witness today. Over time, things changed. We’ve cooperated and even traveled through space with the Russians, as in the case of the International Space Station.

We owe much to John Glenn, one of our greatest American heroes. He was certainly one of mine. Mr. Glenn, American patriot extraordinaire, died last week at the age of 95, about the age my father would have been if he had lived that long. That generation that shaped the country we live in today is leaving us. The National Aeronautics and Space Administration (NASA) wished John Glenn a safe journey ad astra—“to the stars”—on the day he died.

Scott Carpenter, America’s second orbital astronaut, gave John Glenn a historic sendoff as Mr. Glenn’s epic journey began with a roaring rocket heading into the morning sky over the state of Florida: “Godspeed, John Glenn.” Mr. Carpenter has also left our planet forever, but now we too salute John Glenn as we wish him the same “Godspeed—ad astra” as he goes forth toward the heavens to establish himself as one of the bright stars in the constellation of outstanding Americans.

— David Magallanes is a writer, speaker and social network marketing consultant.  You may visit his web site, dedicated to honoring daughters and keeping them healthy, at www.roses4daughters.com

You may contact him through e-mail at dmagallanes@roses4daughters.com.  Follow us on Facebook (“Like” us!) at www.facebook.com/roses.for.daughters.

***

A las Estrellas, John Glenn

Por David Magallanes / Columnista invitado

La mañana del 20 de febrero de 1962, probablemente fui uno de los pocos estudiantes de séptimo grado que se despertara a las 3 de la mañana para ver el lanzamiento de la nave espacial Friendship 7 (Amistad 7) en un espacio exterior que apenas habíamos comenzado a explorar. El astronauta John Glenn fue el único piloto de ese pequeño y estrecho vehículo espacial, y se convirtió en el primer estadounidense en orbitar alrededor de la Tierra en el espacio. Sus tres órbitas se convirtieron en la base sobre la cual construimos el resto de nuestro programa espacial, hasta el día de hoy.

Las naves espaciales de esa época eran primitivas según los estándares actuales. Nadie tenía computadoras en sus hogares. No había Internet. Las comunicaciones podrían ser esporádicas y poco fiables. La ahora-antigua tecnología de transistores—muy superior a la de los tubos de vacío que reemplazó—fue de última generación. Y, sin embargo, continuamos adelante con determinación. Estuvimos motivados y unidos en un propósito común: llegar a la luna antes de la Unión Soviética. Sabíamos que no podíamos permitir que esta amenazante potencia nuclear reivindicara la superficie lunar, de la que podría lanzar armas destructivas.

Al fin y al cabo, resulta que llegamos primero a la luna (sólo siete años más tarde), cuando el espíritu estadounidense era robusto y todavía no paralizado por el partidismo extremo que presenciamos hoy. Con el tiempo, las cosas cambiaron. Hemos cooperado e incluso viajado en el espacio junto con los rusos, como en el caso de la Estación Espacial Internacional.

Le debemos mucho a John Glenn, uno de nuestros más grandes héroes americanos. Por supuesto fue uno de los míos. El señor Glenn, extraordinario patriota estadounidense, falleció la semana pasada a la edad de 95 años, aproximadamente la edad de mi padre, si él hubiera vivido tanto tiempo. Esa generación que moldeó el país en el que vivimos hoy se nos va. La Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA) le deseó al astronauta un viaje ad astra—“a las estrellas”—el día en que murió.

Scott Carpenter, el segundo astronauta orbital de Estados Unidos, dio a John Glenn una despedida histórica cuando el viaje épico del Sr. Glenn empezó con un cohete rugiente rumbo al cielo en la mañana sobre el estado de Florida: “Que Dios te lleve, John Glenn.” El Sr. Carpenter al igual ha dejado nuestro planeta para siempre, pero ahora nosotros también saludamos a John Glenn deseándole de igual manera que “Dios lo lleve—ad astra” a medida que suba hacia los cielos para establecerse como una de las estrellas brillantes en la constelación de americanos destacados.

— David Magallanes es un escritor, orador y consultor de mercadeo por las redes sociales.  Usted puede visitar su sitio cibernético, dedicado a la honra y la salud de nuestras hijas, en www.roses4daughters.com.

Se puede comunicar con él por e-mail a: dmagallanes@roses4daughters.com.  Síganos en Facebook (“Like”), http://www.facebook.com/roses.for.daughters.

Editor’s note: Amigos805 welcome comments on stories appearing in Amigos805 and on issues impacting the community. Comments must relate directly to stories published in Amigos805, no spam please. We reserve the right to remove or edit comments. Full name, city required. Contact information (telephone, email) will not be published. Please send your comments directly to frank@amigos805.com