Bilingual commentary: Seeing for Miles and Miles

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By David Magallanes • Guest contributor

David Magallanes

In 1967, during that iconic period of several years when classical rock ‘n’ roll matured, bloomed, thrived, withered and died (or, more accurately, evolved into what we have today), The Who from Britain emerged as one of the cornerstones of modern popular music. One of their most highly-rated hit songs, I Can See for Miles, was a U.S. Top Ten single.

The lyrics of this song are worth studying. Often, there is poetry and deep meaning buried inside the outer shell of the lyrics. Sometimes the truths of ancient mythology lurk within, or the wisdom of the ages is encapsulated in modern parables.

On the outside, as seen through the prism of everyday life with all its challenges and struggles, the words appear to tell the tale of a young man betrayed by his girlfriend. This occurs often enough (and the other way around, of course). But the young man dramatically tells of having “magic in his eyes” and declaring that he can see for miles and miles and miles and miles and miles. It almost sounds like a religious intonation inspired by Gregorian chant. However, the song quickly reverts back to good ol’ rock ‘n’ roll.

But no, this is not just about having great eyesight. There’s something else going on here. This young man has a spiritual vision that many of us don’t possess. When we rise above appearances, when we start to see dimensions that are beyond those of our mundane existence, then we will have acquired vision.

His vision began expanding when he realized that the girlfriend had deceived him. He could now perceive that he didn’t have to depend on her for validation. He could look deep into the reality of the situation and feel confident in his worth.

So, too, must we realize when we are being deceived, whether that be by significant others, the government, the church, our schools, or by the members of our own families. Once we grasp the degree of the deception, then it is time to look out from above the perceptions that had blinded us, and learn how to see…for miles and miles and miles.

And then, finally and assuredly, we will understand it all. Meanwhile, let’s rock on!

— David Magallanes is a writer, speaker and professor of mathematics.

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Viendo Desde Leguas

Por David Magallanes • Columnista invitado

En 1967, durante ese período icónico de varios años en el cual el rock ‘n’ roll clásico maduró, floreció, prosperó, se marchitó y murió (o, más bien, evolucionó hasta convertirse en lo que tenemos hoy), The Who de Gran Bretaña emergió como una de las piedras angulares de la música popular moderna. Una de sus canciones más populares, I Can See for Miles (“Puedo Ver Desde Leguas”), llegó a la lista de las mejores diez canciones de EE. UU.

Vale la pena estudiar la letra de esta canción. A menudo, hay poesía y profundo significado enterrado dentro de la capa exterior de la letra. A veces las verdades de la mitología antigua se esconden en su interior, o la sabiduría de las edades está encapsulada en parábolas modernas.

En el exterior, como se ve a través del prisma de la vida cotidiana con todos sus desafíos y luchas, las palabras de la canción parecen contar la historia de un joven traicionado por su novia. Esto ocurre con bastante frecuencia (y al revés, por supuesto). Pero el joven dramáticamente habla de poseer “magia en los ojos” y declara que puede ver desde muchos kilómetros—o, en Estados Unidos—millas y millas y millas. Casi suena como una entonación religiosa inspirada por el canto gregoriano. Sin embargo, la canción vuelve rápidamente al antiguo rock ‘n’ roll que muchos apreciamos.

Pero no, esto no se trata solo de tener muy buena visión ocular. Hay algo más entre manos. Este joven tiene una visión espiritual que muchos de nosotros no poseemos. Cuando nos elevamos por encima de las apariencias, cuando comenzamos a divisar dimensiones que están más allá de las de nuestra existencia mundana, entonces habremos adquirido la visión.

Su visión comenzó a expandirse cuando se dio cuenta de que la novia lo había engañado. Ahora podía percibir que no tenía que depender de ella para su validación. Él podía comprender profundamente la realidad de la situación y sentirse seguro de su valor.

Así también, debemos darnos cuenta cuando nos están engañando, ya sea por otros significativos, el gobierno, la iglesia, nuestras escuelas o por los miembros de nuestras propias familias. Una vez que comprendamos el grado de engaño, es hora de mirar desde arriba las percepciones que nos habían cegado y aprender a ver desde leguas … por millas, millas y millas.

Y entonces, finalmente y seguramente, lo comprenderemos todo. Mientras tanto, ¡a rockear!

— David Magallanes es un escritor, orador y profesor de matemáticas.

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