By David Magallanes / Guest contributor
Some of us in our Western culture turn to the Bible to teach us something about the nature of ourselves as human beings, about our origins and early history. Others of us who are less religiously inclined may turn to science or mythology, primarily Greek and Roman. But for Latinos, especially of Mexican origin, there is yet another source for us to turn to for these insights: the voluminous body of Mexican mythology.
The early Mexicans came up with, quite independently, their own stories about how the universe, including humankind, was created. There are similarities and at the same time stark contrasts with the Western biblical version.
In Mexican mythology*, the universe was not created solely by a male divinity. Rather, we see that there was a strong female presence. As the myth recounts to us, creation was effected by both a male and a female entity working together, as it were. The universe, by this account, has “female fingerprints” all over it. According to Aztec mythology, the goddess Citlalicue, which translates poetically from the Aztec language (Nahuatl) as “her skirt is stars,” played an integral part in creation, along with her divine partner, Citlalatonac. Through this myth, we perceive a more balanced cosmos and a world in which the male and female manifestations of men and women reflect the duality that underpins our existence. The myth suggests that we are to support and complement each other’s unique gifts and abilities to construct societies that value men and women equally.
*https://www.azteccalendar.com/god/Citlalicue.html
— David Magallanes is a writer, speaker, business owner and emeritus professor of mathematics. You may visit his web site, dedicated to honoring daughters and keeping them healthy, at www.roses4daughters.com. You may contact him through e-mail at dmagallanes@roses4daughters.com
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Igualdad de Oportunidades en la Creación
Por David Magallanes / Columnista invitado
Algunos en nuestra cultura occidental nos acudimos a la Biblia para que se nos enseñe algo sobre nuestra naturaleza como seres humanos, sobre nuestros orígenes e historia primitiva. Puede que otros, que sean menos religiosamente inclinados, se fijen en la ciencia o en la mitología, principalmente en la griega y la romana. Pero para los latinos, en particular los de raíces mexicanas, existe aún otra fuente a la que acudirse para conseguir esta información: la recopilación voluminosa de la mitología mexicana.
Los primeros mexicanos construyeron, muy independientemente, sus propias historias que tratan la creación del universo, incluyendo la humanidad. Hay muchas semejanzas y a la vez contrastes severos con la versión bíblica del occidente.
En la mitología mexicana*, el universo fue creado no nada más por una divinidad masculina, sino que hubo una formidable presencia femenina. Según el mito, la creación fue llevada a cabo por dos entidades, una masculina y la otra femenina, que trabajaban juntos, se puede decir. El mito declara que el universo, por ende, tiene “huellas digitales femeninas” por todas partes. Según la mitología azteca, la diosa Citlalicue, cual nombre puede traducirse poéticamente del idioma de los aztecas (náhuatl) como “su falda consiste en estrellas”, tuvo un papel integral en la creación, junto con su pareja divina, Citlalatonac. A través de este mito, percibimos un cosmos mejor balanceado y un mundo en el cual las manifestaciones masculinas y femeninas de los hombres y de las mujeres reflejan una dualidad que sostiene nuestra existencia. El mito sugiere que nos apoyemos y que complementemos los talentos y habilidades únicas de cada sexo para así construir sociedades que valoran a los hombres y a las mujeres por igual.
*https://www.azteccalendar.com/god/Citlalicue.html
— David Magallanes es un escritor, orador, dueño de un negocio y anteriormente un profesor de matemáticas. Usted puede visitar su sitio cibernético, dedicado a la honra y la salud de nuestras hijas, en www.roses4daughters.com. Se puede comunicar con él por e-mail a: dmagallanes@roses4daughters.com.