Bilingual commentary — Dubious Rewards for Children

Editor’s note: Amigos805 welcomes local guest columns, letters to the editor and other submissions from our readers. All opinions expressed in submitted material are those of the author and do not necessarily represent the viewpoint of Amigos805.

By David Magallanes • Guest contributor

A recent report from one of our most treasured local radio stations, KCLU, describes a Ventura County Sheriff’s program that graciously rewards kids who are “caught” following safety rules or doing good deeds, such as opening doors for people. The name of the program is “Operation Chill.”

The concept is laudatory. It demonstrates to the citizenry, especially children, that our sheriffs are not interested only in arresting people who do bad things. The program teaches children that being safe and helping others is noticed by responsible adults who admire this behavior. 

The problem, however, is the nature of the “reward.” 

Kids whose exemplary conduct catches the attention of the sheriffs are bestowed with certificates that allow them to obtain free ice slushes at certain local markets. 

Certificates for movies, toys, music, juice, fresh fruit, or a bagel would not jeopardize a child’s health with a flood of 63 grams of sugar, which is the amount in the large size of these particular ice slushes. 

To place this in perspective, the American Academy of Pediatrics recommends less than 25 grams (approximately six teaspoons) of sugar per day for children 2 years of age or more. Hence, one of these large ice slushes, all by itself, has more sugar than a child should consume over more than two days—about 15 teaspoons! These ice slushes have no cholesterol or fat (that’s good); however, they also have no protein or fiber (that’s bad). One slush of the “large” variety also packs in 244 calories, which is roughly 20% of the recommended number of calories per day for a child.

We cannot deny that the U.S. (indeed much of the world) has a serious obesity problem, much of it due to the devastating amounts of sugar in the American diet. The overconsumption of sugar is what is behind much of our diabetes, tooth decay, heart disease, high cholesterol, high blood pressure, and fatty liver disease crises. 

Children are often rewarded with the very foods that are responsible for the dismal health of the American people. Just observe what children are given at school and sports programs: candy, donuts, chips, calorie-laden drinks that do them no favors in terms of their health.

The sabotage of our children’s health is so pervasive that we accept it as completely normal and even “fun.” 

We cannot afford to undermine the health of our children. Throughout their lives, they will be contending with a health system that is increasingly complex, expensive, and inaccessible. In addition, they will be flooded by advertising that encourages them and their parents to purchase food and drink that undermine their health. We need to teach children and their parents that eating healthily is the foundation for a healthier, happier lifestyle that will yield high dividends.

Speaking of dividends, the health of our economy depends, to a large extent, on the physical health of its citizens.  

I commend the Sheriff’s Department for trying to teach our children that being “good” is worthy of a reward. However, I would urge them to consider rewarding kids with treats that contribute to their health and not detract from it.

David Magallanes is a retired professor of mathematics.

***

Recompensas Dudosas Para los Niños

Por David Magallanes • Columnista invitado

Un informe reciente de una de nuestras estaciones de radio locales más preciadas, KCLU, describe un programa del Sheriff del Condado de Ventura que recompensa gentilmente a los niños que sean “descubiertos” siguiendo reglas de seguridad o haciendo buenas obras; por ejemplo, abriendo puertas para las personas que entran o salen. El programa se llama “Operación Chill”.

El concepto es laudatorio. Demuestra a la ciudadanía, especialmente a los niños, que nuestros sheriffs no están interesados ??sólo en arrestar a las personas que hacen cosas malas. El programa enseña a los niños que los adultos responsables se fijan en su buen comportamiento cuando practican normas de seguridad y ayudan a los demás.

El problema, sin embargo, es la naturaleza de la “recompensa”.

Los niños cuya conducta ejemplar llama la atención de los sheriffs reciben certificados que les permiten obtener una especie de sorbete gratis en cierta tienda local.

Certificados para películas, juguetes, música, jugos, fruta fresca o un panecillo no pondrían en peligro la salud de un niño con una inundación de 63 gramos de azúcar, que es la cantidad que contiene esta clase de sorbete grande.

Para poner esto en perspectiva, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda menos de 25 gramos (aproximadamente seis cucharaditas) de azúcar por día para niños de 2 años o más. Por lo tanto, uno de estos sorbetes grandes, por sí solo, tiene más azúcar de lo que un niño debería consumir durante más de dos días: ¡unas 15 cucharaditas! Estos sorbetes no tienen colesterol ni grasa (eso es bueno); sin embargo, tampoco tienen proteínas ni fibra (eso es malo). Uno de estos sorbetes de tamaño grande también contiene 244 calorías, que es aproximadamente el 20% de la cantidad recomendada de calorías por día para un niño. 

No podemos negar que Estados Unidos (de hecho, gran parte del mundo) tiene un grave problema de obesidad, en gran parte debido a las devastadoras cantidades de azúcar en la dieta estadounidense. El consumo excesivo de azúcar es lo que está detrás de gran parte de nuestras crisis de diabetes, caries, enfermedades cardíacas, colesterol alto, presión arterial alta y enfermedad del hígado graso.

Los niños a menudo son recompensados ??con los mismos alimentos responsables de la pésima salud del pueblo estadounidense. Basta observar lo que les dan a los niños en la escuela y en los programas deportivos: dulces, donuts, patatas fritas, bebidas cargadas de calorías que no les favorecen en términos de salud.

El sabotaje a la salud de nuestros hijos es tan generalizado que lo aceptamos como algo completamente normal e incluso “divertido”. 

No podemos darnos el lujo de socavar la salud de nuestros hijos. A lo largo de sus vidas, tendrán que lidiar con un sistema de salud cada vez más complejo, costoso e inaccesible. Adicionalmente, serán inundados de publicidad que los anima a ellos y a sus padres a comprar alimentos y bebidas que perjudican su salud. Necesitamos enseñarles a los niños y a sus padres que comer saludablemente es la base de un estilo de vida más saludable y feliz que producirá grandes dividendos.

Hablando de dividendos, la salud de nuestra economía depende, en gran medida, de la salud física de sus ciudadanos.

Felicito al Departamento del Sheriff por intentar enseñar a nuestros niños que ser “bueno” merece una recompensa. Sin embargo, les insto a que consideren recompensar a los niños con golosinas que contribuyan a, y no perjudiquen, su salud.

– – David Magallanes es un profesor jubilado de matemáticas.

Editor’s note: Amigos805 welcomes comments on stories appearing in Amigos805 and on issues impacting the community. Comments must relate directly to stories published in Amigos805, no spam please. We reserve the right to remove or edit comments. Full name, city required. Contact information (telephone, email) will not be published. Please send your comments directly to frank@amigos805.com