Bilingual commentary: New opportunities, new dreams

Mona AlvaradoFrazier

By Mona AlvaradoFrazier / Guest contributor

“Relief for DREAMers.” The unexpected headline appearing in two emails I received on June 15, 2012 brought a smile to my face. “TODAY, President Obama is finally granting DREAMers relief from deportation. “DREAM Act youth ages 15-30 will be able to apply for protection from deportation and work permits, which will grant DREAMers a way to contribute to the country they call home. This is a HUGE milestone for DREAMers, who have been fighting for years for the chance to lead successful and prosperous lives here in America.” (America’s Voice & Presente).

The DREAM Act (The Development, Relief, and Education for Alien Minor’s Act) first introduced in 2001 has undergone several changes and has been voted on several occasions, the last time in 2011. Congress has not passed the act. This change in immigration policy is not an executive order and is not the approval of the DREAM Act.

This announcement came one day after the controversial TIME Magazine cover story of how undocumented immigrants, youth in particular, are coming out about their status. The article, written by Jose Antonio Vargas, the Pulitzer prize-winning writer who founded Define American after he came out in the New York Times last year, includes Gaby Pacheco, one of the walkers of the Trail of DREAMs 2010, who walked 1500 miles from Miami to DC to highlight the plight of DREAMers.

The relief from deportation came one day after DREAMers Verónica Gómez and Javier Hernández ended their 134-hour sit-in and hunger strike at the Colorado Headquarters of the Obama Campaign. And after hundreds of more Dreamers sat in Obama’s campaign offices in Colorado, Michigan and Ohio asking President Obama to issue an executive order stopping the deportation of all DREAM Act eligible youth.

This step came one week before President Barack Obama addressed the National Association of Latino Elected and Appointed Officials’ annual conference in Orlando, Fla.

Here’s the big “HOWEVER.” Unlike the DREAM Act, the policy announced on June 15th will not open a path to citizenship. Eligible immigrants are eligible to apply for work authorization, although there is no guarantee they will receive work permits, and they will have to apply to renew their status every two years. Within minutes of this announcement online newspaper headlines across the nation used titles such as “Immunity to be offered to certain immigrants.” The GOP and several Republicans came out with a strong opposing statements.

While President Obama made the policy change announcement in the White House Rose Garden, a heckling online journalist interrupted him by yelling questions about jobs during his statements. The President repeated, after chastising the journalist, that this policy “…makes it more fair, efficient, and just … It is the right thing to do for the American people.”

“This grant of deferred action is not immunity. It is not amnesty,” Janet Napolitano, (secretary of Homeland Security), said. “It is an exercise of discretion so these young people are not in the removal system. It will help us continue to streamline immigration enforcement and ensure resources are not spent” unwisely.

This new policy could affect as many as 800,000 undocumented immigrants. That number is unclear in part because immigrants will need to come forward and submit documentation to the U.S. Department of Homeland Security. Adjudicators will decide whether to grant work permits on a case-by-case basis.

Justino Mora and dozens of DREAM Act advocates heard about the Obama administration’s decision to grant relief to young illegal immigrants while they were preparing to attend a rally to push the administration for just such a change. Mora, 22, an undocumented student who attends UCLA, said he was skeptical at first.

“At the beginning I sort of didn’t believe it,” he said, “but then almost immediately I was overwhelmed by a sense of joy. It gives me hope; it motivates me to continue fighting for my family, for my community.”

Ricardo Muniz, 24, was en route to the rally when he got the news. “I can breathe,” he said.

Mr. Muniz and thousands of others will remember where they were and what they were doing when they heard they are free from deportation and free to pursue their education, jobs, and dreams.

— Mona AlvaradoFrazier is a writer and proprietor of the BookNook in Downtown Sol, 328 W. Third St., Oxnard. To see more of her work, visit www.latinapen.blogspot.com

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Comentario: Nuevas oportunidades, nuevos sueños

Por Mona AlvaradoFrazier / Columnista Invitada

“Alivio para soñadores”. El inesperado titular que aparecía en dos correos electrónicos que recibí el 15 de junio de 2012 brindó una sonrisa a mis labios. “HOY, Presidente Obama finalmente concede alivio de deportación para soñadores. Los jóvenes del DREAM Act de 15 a 30 años podrán solicitar protección de deportación y permisos de trabajo, lo que abrirá un camino para que los DREAMers contribuyan a este país al que llaman su hogar. Esto marca un GRAN hito para los soñadores, quienes por años han luchado por la oportunidad de llevar una vida exitosa y próspera aquí en América”. (Fuente: Voz y Presente de América).

La Ley DREAM (cuya siglas en inglés representan “desarrollo, alivio y educación para menores extranjeros”) fue presentada por primera vez en 2001, ha sufrido varios cambios y ha sido sometida a votación en varias ocasiones, la última vez en 2011. El Congreso aun no ha aprobado la legislación. Este cambio en la política de inmigración no es una orden ejecutiva y no es la aprobación del DREAM Act.

Este anuncio se hizo un día después de la controvertida historia de portada de la revista TIME de cómo los inmigrantes, los jóvenes en particular, están revelando públicamente su estado migratorio. El artículo es de José Antonio Vargas, el reportero ganador del Premio Pulitzer quien fundó el grupo Define Americano después de que revelara que era indocumentado en el diario New York Times el año pasado, y también incluye a Gaby Pacheco, una de las caminantes del Sendero de Sueños 2010, quienes recorrieron 1,500 millas de Miami a DC para destacar la difícil situación de los soñadores.

El alivio de deportación llegó un día después de que los soñadores Verónica Gómez y Javier Hernández, terminaran su huelga de hambre y plantón de 134 horas en las oficinas centrales de la campaña de Obama en Colorado. Y después de que centenares más de DREAMers realizaran otro plantón en las oficinas de la campaña de Obama en Colorado, Michigan y Ohio para pedir al presidente Obama que emitiera una orden ejecutiva para poner un alto a la deportación de todos los jóvenes elegibles para el DREAM Act. Este paso se da una semana antes de que el presidente Barack Obama hablara en la convención anual de la Asociación Nacional de Oficiales Latinos Electos en Orlando, Florida.

Sin embargo existe un gran “pero”. A diferencia del DREAM Act, la directiva anunciada el 15 de junio no abrirá un camino hacia la ciudadanía. Los inmigrantes elegibles califican para solicitar permisos de trabajo, aunque no hay ninguna garantía de que recibirán autorización de empleo, y tendrán que presentar solicitudes para renovar su estado cada dos años. En cuestión de minutos después de este anuncio, las páginas web de periódicos en todo el país utilizaban encabezados como “Ofrecerán inmunidad para algunos inmigrantes”. Varios republicanos y su partido respondieron con fuertes declaraciones manifestando su oposición.

Cuando el presidente Obama anunció el cambio de política en el jardín de rosas de la Casa Blanca, un periodista de internet le interrumpió gritándole preguntas sobre empleos durante sus declaraciones. El presidente repitió, después de regañar al periodista, que esta política hace situación “… más justa, eficiente y simplemente… es lo apropiado que puede hacer el pueblo estadounidense”.

“Esta autorización de acción diferida no es una inmunidad. No es una amnistía”, dice Janet Napolitano (Secretaria de seguridad nacional). “Es un ejercicio de discreción para que estos jóvenes no estén en el sistema de deportación. Esto nos ayudará a seguir optimizando la aplicación de las leyes migratorias y a asegurar que no se gasten recursos” de forma imprudente.

Esta nueva política podría afectar a casi 800 mil inmigrantes indocumentados. Ese número no es preciso en parte porque los inmigrantes tendrán que salir de las sombras y presentar documentos ante el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Unos funcionarios decidirán si se les conceden permisos de trabajo en una base de caso por caso. Justino Mora y docenas de defensores de la Ley DREAM se enteraron de la decisión de Obama de conceder el cambio para jóvenes inmigrantes indocumentados mientras se preparaban para asistir a un mitin para presionar al gabinete para realizar tal cambio. Mora, de 22 años, un estudiante indocumentado que asiste a la Universidad de California-Los Angeles, dijo que se mostró escéptico inicialmente.

“Al principio no lo podía creer pero luego casi inmediatamente me abrumó una sensación de alegría,”  dijo el DREAMer. “Me da esperanza; me motiva a seguir luchando por mi familia, para mi comunidad”.

Ricardo Muñiz, de 24 años, estaba en ruta a la manifestación cuando recibió la noticia. “Ya puedo respirar”, dijo. Muñiz y miles de otros recordarán dónde estaban y qué hacían cuando se enteraron de que son libres de deportación y libres para perseguir sus sueños, educación y empleos.

-Mona AlvaradoFrazier es una escritora y propietaria de BookNook en Downtown Sol, 328 W. Third St., en Oxnard. Para ver más de sus trabajos, visite www.latinapen.blogspot.com